miércoles, abril 23, 2008

Prueba superada.

Ya me siento mejor, seguramente estaba muy cansada. Mi hija, Marina Libertad, ya cumplió 6 meses. Recuerdo el día que nació, fué un lunes. Ese día me fuí caminando a mi grupo a las 8 de la mañana, ya por el embarazo caminaba más lento de lo acostumbrado´, hacía 53 minutos. ( Cuento el tiempo para todo, creo que es una de mis sonadas locuras). Después de la junta mi amiga Cristina me trajo a la casa en su carro porque vive cerca de mi casa. Lavé unas cobijas y me faltaba mucho de limpiar y poner en orden en mi casa. Suponía que mi hija nacería hasta el miércoles o el jueves, se me antojaron unos chilitos rellenos y me los comí muy quitada de la pena. Platiqué con los vecinos y me preocupaba que mi hija naciera escorpión igual que yo. Ese día, 22 de octubre, era el límite para ser libra y no escorpión. Ni modo, pensé, será "tormenti girl" igual que yo. A las 12 horas tenía cita en venados, me fuí caminando con toda la calma del mundo. Hice 30 minutos. Al llegar, me pesaron y revisaron si tenía dilatación. La titular era una doctora, por cierto que ella también estaba embarazada y había un doctor aprendiz que también midió mi dilatación. Al sacar los dedos, salió un chorro de sangre. Él dijo: "doctora, sangre". Ella me puso unas gasas, luego otras y me dió otras como toalla sanitaria. Le ví cara de susto. ¡Qué miedo!, estos doctores no se asustan ni se preocupan para nada y ese día ella junto con la enfermera me acompañaron a urgencias del hospital. Bajando me dijeron que le hablara a alguien para que se hiciera responsable. Le mandé un mensaje a Manuel que decía algo así como: " tuve un sangrado fuerte, te mantengo informado". Él fue corriendo al hospital.

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