jueves, noviembre 26, 2009

MONTESSORI

Metí a mi hija a una escuela Montessori por pura intuición de algo agradable, libre y confiable. Apenas me estoy enterando de lo que la Dra. Montessori dice, que por cierto, sus libros son casi imposibles de encontrar. Su filosofía es bellísima, me encanta el respeto por sus tiempos, su independencia, el amor que le tienen y la confianza en que es alguien muy especial. Ella está muy feliz de entrar e ir a su escuela, yo estoy tranquila de hacer mis cosas mientras está ahí.
Yo doy un taller a niños de primaria en una escuela tradicional y el tono de esa escuela es gritarles sin parar hasta que todos hagan lo que yo quiero que hagan. Definitivamente "algo" está muy mal en ese sistema. Todos los maestros pensamos que los niños son unos malcriados, necios o bobos que necesitan ser guiados por alguien muy inteligente como "yo". Eso tiene que cambiar. Bien por el respeto y muy mal por cualquier sistema totalitario.
Montessori defiende el espacio de silencio y la capacidad de concentrarse que tienen los niños y niñas de manera natural. Yo estaba cometiendo el error de molestarla a cada rato pensando que de esa manera la acompañaba y era buena madre.
Por supuesto que no todo está dicho. Por lo pronto me regresaron una vida para mi y mi espacio mental.

martes, noviembre 24, 2009

MALA MADRE...

Hace dos semanas sentí en todo mi cuerpo esa experiencia de culpa que parece que sienten todas las madres y que las tiene en un eterno enojo con ellas mismas. A mi Mari, le detectaron dos caries a los dos años de edad. Me sentí la mas puerca, incompetente e ignorante mamá del mundo. Descargué toda mi furia en el papá de mi hija. Me parecía injusto que sólo yo me preocupara de la dentadura de ella, y desde entonces me parecen unos ineptos aquellos tenderos, zapateros, señoras, maestras y "amigas" que le ofrecen una paleta de caramelo al menor "bua". Es una falta de respeto ofrecer dulces a los niños, y si no se van a preocupar por sus dentaduras por favor no las dañen. Prefiero la indolencia a la destrucción.
Ya pasó. Todo tendrá que pasar. Decido ser lo mas madura posible por mi propia conveniencia. No soy una persona madura por naturaleza. Tendré que echar una mano a la voluntad, a la disposición y a la técnica ( si es que existe).
Ya le taparon las caries con pequeñas resinas en sus dientes de leche. Cepillarle los dientes es una acto violatorio y violento. Le tiro a hacer el menor daño posible, no se puede pasar el evento desapercibido. Alguna cicatriz quedará pero, ¿por cuál debo decidir?.