martes, octubre 28, 2008

LA FIESTA NÚMERO UNO

¡ qué alivio!, ya pasó la primer fiesta de Marina... Manuel y yo nos mordíamos las uñas proque habíamos invitado a todo dios, volanteamos invitaciones. Fue divertido, muy movido, muchos juegos, risas, comida y todos a gusto.... pero me metí en un problema familiar por invitar a otra parte de la familia.
Marina insiste en escribir: NM( adelant4e Marina)
n n nnnhhjfurjfv hjfrf,f,mnh m m , v,b m .bh n , m b chn ,chv.nmmnaopje0temesta muy complacida de ser leidyu7 bna nbbbbbvnm999999999999999

sábado, octubre 18, 2008

MUCHO Y POCO TIEMPO

Hace tanto que no escribo, hace tanto que parece que fue ayer que nació Marina. Yo estuve ahí, no creía que de toda esa anestesia, esa sangre, esa barriga finalmente fuera a salir esa chiquita. El mismo 22 de octubre parecía todo una bruma lejana, un sueño ligero o "algo" olvidable. De repente, suave e intenso un llanto "como de gatito". Una sábana azul no me dejaba ver, sentía líquido por entre las piernas, un líquido calientito, voces suaves, el reloj 9:30, todos estaban "allá" detrás del telón que no me dejaba ver. Por la lámpara de la sala veía sombras reflejadas y unos mini puntos de sangre. Luego me la mostraron con sus pelitos chinos, mucho mucho pelo en la cabeza, en el hombro, era chiquita y grande al mismo tiempo, sus ojos negros negros me miraron, temblaba de frío y lloraba como gatito. De pronto se calló me la pusieron en el pecho y le dije cosas de drogada, porque estaba anestesiadísima (creo). Ella no lloraba y me miraba. Yo tampoco lloré. El clisé de los comerciales donde la mamá llora por ver al bebé me hacía ruido. Pero estabamos conociéndonos, nos mirábamos muy directo a los ojos. Peralta me movió la mano para que la abrazara porque me quedé como quieta.
Ahora ya pasó un año, es toda una niña inquieta, gritona, cariñosa, y a veces tosca. Me encanta, la adoro, me cae muy bien y genuinamente me parece la más hermosa de las niñas.
Ya se me acaba la beca materno infantil, me preocupa la crisis, mi edad, el tiempo. Mucho y poco tiempo, el dilema del tiempo. No quiero dejarla ni un segundo y al mismo tiempo grito por 2 horas por lo menos para hacer ejercicio, ir al baño, bañarme, hacerme un manicure, maquillarme, recoger la casa, comer y platicar con los amigos. Ya casi voy a tener que decidir a dónde va a ir en lo que trabajo unas horitas. Quiero trabajar para que tenga de todo pero también no trabajar para estar con ella el mayor tiempo posible. A veces quiero extender la beca a dos años y por momentos pienso que nos hubieramos separado a los 40 días.
Ya estamos aquí, un día a la vez. Ni modo y qué bueno al mismo tiempo.
Definitivamente soy una mamá barco, facilona, "ilimitona" pero si la quiero contener.
Todavía me prefiere a mí, aunque eventualmente busca jugar con su papá.