domingo, enero 03, 2010

Y FUI A VISITAR A MIS PADRES OTRA VEZ.

Confieso que tengo mucho amor hacia mi mamá, amor simbólico porque una vez que la trato me vuelvo a dar cuenta que es una patada en los huevos a las 3 de la mañana. Pienso que por separado, los miembros de mi familia, somos todos buenas personas, con cualidades y puestos en los lugares correctos hasta simpáticos y encantadores. Pero juntos somos una bomba neurotizante asquerosa. Nadie se soporta y todos nos incomunicamos estamos a destiempos en una misma conversación. Los chistes de mi papá que quieren ser chistosos a huevo, y que se reducen a decir que estás despeinado, que eres pendeja o que no sabes lo que dices; no son chistosos. Han pasado 37 años, soy la más joven y desde que me acuerdo nadie se ríe de sus pinches chistes, es más provoca un aire de frustración y angustia. ¿No se dará cuenta?, realmente, ¿nunca se ha cuestionado o auto criticado al punto de saberse tóxico?. Por otro lado, mi mamá, es muy violenta en cómo mira, cómo juzga, cómo habla, sus opiniones son dignas del general Pinochet. Las escenas familiares son rematadas religiosamente por un comentario de odio y violencia para el último que opinó en la mesa. Eso sí, todos a comer mucho, todo el tiempo, sabroso y grasoso.
Mi hermana es otra historia.
Sólo la culpa nos mantendrá unidos, por los siglos de los siglos.

No hay comentarios.: