miércoles, mayo 21, 2008

APOYO A LA FAMILIA

Me pidieron que fuera a Veracruz a acompañar a mi papá para apoyarlo en estos momentos. Yo estaba muy cansada y con los nervios de punta. Encabronada, agotada, intolerante y con ganas de encerrarme en un baño 15 minutos a gritar. En las dinámicas familiares nunca he apoyado porque quien quiera que haya hecho el manual de procedimientos para tener contenta a mi familia, lo quemó y tiró al mar sin dejar copias. Pero me dejé llevar por la culpa y fui.
¡Qué asco!, recuerdenme que cuando vaya a visitar a mi familia tengo que ir bien dormida, bien comida, bien tranquila y con 10 valiums.
Es pesadísimo que 5 personas estén constantemente diciendote cómo criar a Marina y que los llantos de ella son culpa mía. Por supuesto todos han tenido hijos calladitos y colaboradores menos mi mamá (conmigo) y yo (con Marina). Hay un karma especial que debo sufrir por haber torturado a mi mamá con mi manera de ser, según ellos.
Dejo a Marina con sus juguetes nuevos en la cochoneta en el piso donde está aprendiendo a gatear mientras que desde la mesa todos sentados la ven y comentan todo lo que hace, además no paran de decir "ñi ñi, mallinita, ñiñi". Marina agobiada de tanta atención llora y se fastidia. Me levanto para consolarla y mi papá me dice que me siente que no la cargue porque la malcrío. Por supuesto que todos están sentados enfrente de una comelona de paella, pan y quesos. Yo sólo puedo comerme una taza de paella, medio pan y nada de quesos. Tragan y tragan y esperan que Marina no llore, que yo mantenga las nalgas pegadas en la silla y que todo siga en "su" control.
Que ganas de mudarme, salir corriendo, no avisarle a nadie y no verlos en mucho tiempo.
Ya fui a Codependientes anónimos, estoy muy loca porque vengo de una familia loca y viceversa. Espero que Marina sepa poner sus límites con salubridad.

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