Después de lo que pasó, mi única decisión es la de no hablarle ni escucharle mas.
Tengo una perrita nueva y las vecinas se han portado como una verdadera patada en el hocico a las 3 de la mañana. Una que no se puede dormir, la otra que le devuelva el departamento y la última la peor.
La última, Rita, hace comentarios absolutamente fuera de lugar disfrazados de buenas intensiones. No me gustan. No quiero oírlos, no me sirven. Justo cuando necesito de su silencio, dice algo que me punza el hígado, y esto lleva ya algún tiempo.
1._ Cuando Manuel estaba en el Hospital por Neumonía, ella me dijo: "no te vayas a contagiar".
2._ Cuando mas angustiada estaba porque en el 2010 no me pagaban nada y le comenté que tal vez iría a buscar trabajo en Telvista, ella muy contenta me preguntó un día y con gran sonrisa en la boca: " ¿Ya fuiste a Telvista?, ¿Ya vas a comenzar a trabajar ahí?, Yo no podría ser mamá de tiempo completo, no podría estar sin trabajar".
3._ Con mi perro, jodió como con ningún otro tema:
- "Mis perros no ladraban y se llevaban bien con otros perros".
-"No le vas a echar agua"
-"Tal vez lo que le da miedo es que tu perro ataque a su perro", hablando de que la casera no me presta a su perro para que conviva con mi perra y se lleven tranquilamente.
-"Yo te sugiero que la saques con correa desde tu casa para que no moleste a nadie"
Todo lo anterior lo dice con su voz de niña chiquita y de pito, disfrazando su violencia.
Nunca mas es violencia que no permite equidad, esa doble moral de "bondad", nunca mas a dudar de mi instinto que me dice "aléjate de esa persona que no me late", nunca mas a forzar amistades donde no se puede con gente mezquina.
Le digo bienvenida a mi Paqui y le digo adiós a un puño de mujeres mezquina, al departamento donde vivo y a mi paciencia con ellas.
Los animales y en especial las mascotas nos ayudan a reconocer a la gente psicópata, malaonda o cruel.
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