martes, noviembre 24, 2009

MALA MADRE...

Hace dos semanas sentí en todo mi cuerpo esa experiencia de culpa que parece que sienten todas las madres y que las tiene en un eterno enojo con ellas mismas. A mi Mari, le detectaron dos caries a los dos años de edad. Me sentí la mas puerca, incompetente e ignorante mamá del mundo. Descargué toda mi furia en el papá de mi hija. Me parecía injusto que sólo yo me preocupara de la dentadura de ella, y desde entonces me parecen unos ineptos aquellos tenderos, zapateros, señoras, maestras y "amigas" que le ofrecen una paleta de caramelo al menor "bua". Es una falta de respeto ofrecer dulces a los niños, y si no se van a preocupar por sus dentaduras por favor no las dañen. Prefiero la indolencia a la destrucción.
Ya pasó. Todo tendrá que pasar. Decido ser lo mas madura posible por mi propia conveniencia. No soy una persona madura por naturaleza. Tendré que echar una mano a la voluntad, a la disposición y a la técnica ( si es que existe).
Ya le taparon las caries con pequeñas resinas en sus dientes de leche. Cepillarle los dientes es una acto violatorio y violento. Le tiro a hacer el menor daño posible, no se puede pasar el evento desapercibido. Alguna cicatriz quedará pero, ¿por cuál debo decidir?.

No hay comentarios.: